¿QUÉ ES EL BETIS?
El Betis es un abuelo comiendo pipas, los pictolines y el palodú, el Bar Parada ensanchando sus orillas y el lento afluir de peregrinos que ya no tienen más dios que el que les da la espalda. El Betis es una iglesia atea, una oración sin fe, un pecado sin castigo, es el milagro de los casis y los porqués, es la herencia en una caja vacía, es el evangelio según san Rogelio. El Betis es un niño que pisa un charco, un Domingo de Ramos sin estrenar, un polizón en el barco de Caronte, unas palmas al compás en un sala vacía; es un marqués con billete de tercera, un reloj parado en la hora exacta, un bollo con aceite, unos churretes en la cara, un boleto extraviado en la rifa de la vida. El Betis es más callejón que avenida, más esquina que plaza, más arrabal que centro, es más corral de vecinos que urbanización, más puchero que sushi, más tachón que línea recta; es la otra orilla del río, los ojos de un puente ciego, es mojarse los pies en la orilla, la tiza en el mostrador, los mandaos envu...